Las adicciones, tanto a sustancias como a comportamientos compulsivos, tienen un impacto profundo en la vida de las personas, afectando la salud física y mental. Trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés crónico son comunes en personas que sufren de adicción. En España, el problema es significativo, con estudios que muestran cómo la adicción y los problemas de salud mental están interrelacionados. Entender cómo las adicciones afectan la mente es crucial para diseñar tratamientos que aborden tanto la dependencia como las alteraciones emocionales y psicológicas. Es por ello, que en Forum Salud Mental Valencia ofrecemos tratamientos pensados para abordar tanto la adicción como los trastornos subyacentes.
Ansiedad
Las adicciones aumentan significativamente el riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad. Según el Plan Nacional sobre Drogas de España, las personas con trastornos por consumo de sustancias tienen hasta un 60% más de probabilidades de sufrir trastornos de ansiedad. Las sustancias, como el alcohol o las drogas estimulantes, afectan los mecanismos de regulación emocional del cerebro, haciendo que la persona dependa de estas para manejar su estrés y emociones negativas.
Cuando la adicción se instala, la falta de la sustancia o actividad adictiva provoca síntomas de ansiedad, como nerviosismo, irritabilidad e insomnio.
Depresión
La relación entre depresión y adicciones es un círculo vicioso. El consumo de sustancias como el alcohol, las benzodiacepinas o la cocaína puede desencadenar o empeorar la depresión. Según un estudio del Ministerio de Sanidad de España, el 38% de las personas en tratamiento por adicciones también presentaba síntomas depresivos clínicos. La dependencia a sustancias o comportamientos no solo agudiza los sentimientos de desesperanza y tristeza, sino que el aislamiento social y la pérdida de relaciones interpersonales, típicos en personas adictas, alimentan aún más la depresión.
Estrés crónico
La dependencia a sustancias genera un estado constante de estrés físico y emocional. En el caso de las adicciones conductuales, como el juego o el uso de redes sociales, la presión por mantener el hábito puede provocar un desgaste emocional constante. Un informe de la Sociedad Española de Patología Dual señaló que hasta un 50% de los pacientes con trastornos por adicción también sufrían estrés crónico, agravado por las complicaciones en sus relaciones familiares, laborales y sociales. El estrés prolongado no solo afecta la salud mental, sino que también influye negativamente en el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de otras enfermedades.
Estudios sobre salud mental y adicciones en España
Un estudio realizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) en 2020 mostró que el 31% de los jóvenes entre 15 y 29 años en España había experimentado síntomas de ansiedad o depresión relacionados con el abuso de alcohol o drogas. Además, el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones reveló que el consumo de cannabis y otras drogas está asociado con un mayor riesgo de trastornos psicóticos y depresivos en personas jóvenes. Estos estudios reflejan una tendencia preocupante, especialmente en los jóvenes, que muchas veces recurren a sustancias o conductas adictivas como una vía de escape.
Otra investigación del Instituto de Salud Carlos III mostró que hasta el 50% de las personas que buscan tratamiento para su adicción en España padecen trastornos mentales comórbidos, como la ansiedad o la depresión. Estos resultados subrayan la importancia de tratar las adicciones de manera integral, abordando también los trastornos de salud mental que agravan el problema.
Las adicciones afectan gravemente la salud mental, provocando o intensificando trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés crónico. En España, estudios recientes subrayan la gravedad del problema, especialmente entre los jóvenes, y destacan la necesidad de un enfoque integral que trate tanto la adicción como los trastornos psicológicos subyacentes. A través de terapias adecuadas, intervenciones médicas y un fuerte apoyo social, es posible romper el ciclo destructivo de las adicciones y restaurar el bienestar emocional y mental.